La última jugada de don Sebastián.

No soy ni nunca he sido fan de un político, como muchos que he conocido que adoran al actual mandatario. Sin embargo, a pesar de todo lo dulce y agraz que fue su último gobierno, siempre reconocí su capacidad de sacar adelante crisis que lamentablemente en algunos casos, le toco heredar como fue el terremoto del 27 de febrero de 2010. Lo mismo que con la pandemia, con una oposición que buscaba con sus constantes acusaciones, derechamente destituirlo. Y si, recuerdo charlas con a estas alturas «ex-amigos» que deseaban eso.

Ante semejantes embates de la izquierda en los dos gobiernos que asumió, la verdad es que la noticia de su fallecimiento en el trágico accidente de helicóptero del día 6 de febrero, fue involuntariamente la última movida en el tablero del ajedrez de la vida. Abajo cuento por qué.

Sebastián Piñera Echeñique, ex Presidente de la República de Chile, siempre lo consideré un meme andante. Era pésimo en el manejo mediático, especialmente por su tozuda voluntad de quedar bien con todos, incluso con quienes deseaban verlo muerto -y que de seguro hoy, no saben si celebrar o no-. Muchos de sus desaciertos comunicacionales, llevaron a que muchos lo empezáramos a mirar con desdén. Pero aunque pareciera importarle mucho el que dirán, era un sujeto que no se ausentaba de ninguna situación de crisis. Nada más asumir, se puso a trabajar en levantar el país para el terremoto. Gestionó la salvación de los 33 y entre muchas obras, creo los Liceos Bicentenario y la Beca Vocación de Profesor, porque su idea era captar el mejor talento independiente del origen y la creación de la Pensión Garantizada Universal. Eso es una parte de lo que hizo en su primer gobierno.

El problema venía, como mencioné, de su mal manejo comunicacional y político. Muchas cosas se habrían evitado, o retrasado, si el o sus ministros hubieran tenido buen tino en sus declaraciones, cosa que quedó de manifiesto en su segundo mandato, donde recibió un país camino a una recesión y ya con la migración descontrolada. El viaje a Cúcuta fue su perdición, aunque comprensible porque leía en el momento, que la inmigración era «aceptada» entre la gente, pero que además, buscaba aunar fuerzas con la centro derecha sudamericana. Obviamente esto la izquierda nunca se lo perdonó y buscaron el momento y la excusa para buscar su caída: el 18 de octubre.

Aun así y todo, resistió embates de odio, burlas y como lo ridiculizaban con sus piñericosas -de las que también me reí en su momento-. Pero al menos causaba gracia, no como el actual inquilino de La Moneda, que se ofusca si lo insultan o se ríen de él y que cuando era diputado, buscó llevarlo al cadalso. Hoy como mandatario, no solo tiene la obligación de decretar duelo nacional y funeral de estado, si no que quedó demostrado que si no fuera por lo que dejó el mismo Piñera, el no tendría ninguna cintita que cortar. Para peor, con 3 catástrofes en 2 años, su impericia y falta de decisión, terminó por hacer que don Sebastián, quedara como el mejor mandatario de la última década.

Es triste si, que cuando ya no se está, se empiecen a rememorar sus logros pero lo importante y que mas duele a cierto sector, es que todo lo que hizo bien, fue con todo en contra. Demostró que el octubrismo fue una intentona golpista y que en vez de buscar la salida fácil, prefirió intentar negociar. Nunca si, le voy a disculpar siquiera, entregar la constitución, por muy seguro que estuviera, que el octubrismo y sus hijos, harían un pésimo trabajo y se rechazaría. Fue una jugada arriesgada pero salió bien, lo mismo con este not-gov, que hace agua por todos lados y él era el único dispuesto a apoyarlo, pese a que lo querían muerto. Ahora no tendrán de donde agarrarse.

En sus postreros momentos en esta vida, para salvar a sus familiares que lo acompañaban, prefirió que saltaran ellos antes y maniobrar el helicóptero. Si me preguntan, creo que fue mala decisión ir en aquel medio de transporte con tormenta y lluvia, pero aun así, enmendó dicho error al final. Eso con los testimonios de quienes le acompañaban.

En el ajedrez, la dama es la pieza más fuerte, pero en ocasiones, se debe sacrificar para que las otras puedan entrar en juego. Piñera conocía esto y entendía el objetivo. Arriesgado y todo, salió bien y ahora, con su prematura muerte, dejó sin defensas al actual Mandatario. Su última jugada, la del jaque mate.

En fin, solo queda desear paz a su familia.

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