Este año 2023, se cumplen 50 años desde que las Fuerzas Armadas y de Orden de Chile, decidiera dar un golpe de estado al entonces mocito de fidel y la URSS Salvador Allende. Mucha agua a pasado bajo el puente desde entonces: un Régimen de 17 años, historias y evidencia de lo sucedido solo entre ese día 11 de septiembre del año en cuestión y el 11 de mazo de 1990. Pero ¿Qué hay del otro lado? ¿Por qué a pesar de los mas de 30 años trabajo de adoctrinamiento, la gente ya no cree derechamente que Pinochet se haya levantado de malas y derrocado a Allende por gusto? ¿Qué fue lo que realmente llevó a esa situación? Son preguntas que siempre me hice y detallaré abajo.
Antecedentes y contexto histórico.
Una de las cosas importantes que hay que tener en cuenta, quien alguna vez llegue a leer estas líneas, es que existe algo llamado «causa y efecto». La situación que llevó a la intervención de las FFAA y las consecuencias posteriores, no fueron algo que naciera de la noche a la mañana. Podrán aparecer youtubers, sociólogos y gente que tratarán de siempre omitir los sucesos que llevaron al quiebre institucional de los 70, pero para entender el contexto de lo que pasó, es preciso empezar desde el principio.
El año 1970, asumía la presidencia de la República de Chile, el médico Salvador Allende Gossens, quien ya tenía cierta experiencia política y en su tercera postulación, le dieron la oportunidad de dirigir los destinos de la nación. La época era convulsionada: los años 60, fueron polarizados, especialmente por que eran los años en que el enfrentamiento ideológico entre las potencias de entonces, EEUU y la URSS, tensionaban al mundo. China había derribado el antiguo régimen del Kuomintang e imponía un comunismo, liderado por Mao Tse Tung y varios países de las zonas de influencia de ambas potencias, enfrentaban el mismo dilema de choque ideológico.
Latinoamérica no era la excepción. Cuba ya estaba bajo el régimen de Fidel Castro y los revolucionarios, quienes terminaron aliándose con los soviéticos y Fidel abrazando el socialismo. Esto llevó a la tan conocida, Crisis de los Misiles en Cuba, la cuál puso al mundo entero al borde del precipicio y la extinción. Pero además, desde esa isla, se empezaron a gestar los movimientos revolucionarios en el continente, todo auspiciado por la URSS, en este complicado ajedrez que es la geopolítica.
La salvedad sin embargo, fue Chile. Si, a nuestro país el socialismo -y lo intentó dicho sea de paso-, no llegó derribando un gobierno por las armas, pese a que la lucha armada era algo que incluso aprobaban ciertos partidos, como consta en la declaración del partido socialista en su Congreso en 1967, específicamente en su punto 3, lo que claramente daba la pauta a seguir: la radicalización de los movimiento subversivo, encabezados por el MIR, el VOP y otras ramas de la izquierda chilena. Aun así, en las elecciones del 1970, Allende logra la presidencia en un virtual empate técnico con Jorge Alesandri, lo que llevó a su ratificación en el Congreso Nacional, con votos de la Democracia Cristiana, quien había llevado a Radomiro Tomic como candidato y que supuso la derrota del candidato de la derecha.
Las causas.
Podemos decir que hasta ahí todo bien, sin embargo, Allende quien ya tenía experiencia en política y que había participado como ministro en el gobierno de Pedro Aguirre Cerda, no supo manejar de mejor manera el tema de los grupos subversivos que estaban alineados con la Unidad Popular (conjunto de partidos y movimientos de izquierda que lo apoyaron). Aun cuando hizo varias medidas que en ese entonces, eran populares como la profundización de la Nacionalización del Cobre -y que llevo a la expropiación de grandes mineras-, el programa un litro de leche por niño al día, entre otras, fue el manejo político lo que lo empezó a hundir.
Pero además, el mismo no era por todos sus aliados, visto como un verdadero líder. Cuando Fidel Castro, vino en visita de Estado en 1971 -y estuvo un mes-, Allende prácticamente parecía el mocito del dictador cubano, quien era admirado por los mas radicales, como el gran líder. El mismo Fidel, criticaba al mandatario chileno al compararlo con un aristócrata, al ver que gustaba de los buenos vinos de exportación, la ropa fina y su educación que distaba del guerrillero. Obviamente esta comparación no le hacía ningún favor, ya que en la interna, los mas jacobinos buscaban la gloria de conquistar todo por la vía armada, lo que llevó a hechos que bien podrían ser catalogados como violaciones a los DDHH, pero que «justamente» nadie de los que quedaron, parece recordar.
Uno de los hechos que llevó a la crispación fue la famosa Reforma Agraria, impulsada por Frei y llevada al extremo por Allende. Esto hizo que hubieran enfrentamientos e incluso asesinatos y violaciones como el de Antonieta Mascheel, quien fue atacada en su propiedad de Panguipulli, por los «jóvenes idealistas» de entonces. Hasta el día de hoy, no hay claridad de quienes fueron los culpables.
Pero eso no era todo: las expropiaciones de industrias y empresas, hizo que el país empezara a dejar de producir. Esto se entiende porque en los famosos «cordones industriales» que defendía cierta constituyente, nadie sabía como dirigir realmente. Lo mismo pasaba en gran parte del campo chileno que fue expropiado. Esto llevó a una caída en la economía que tuvo una inflación superior al 200% ya a mitad del año 1973.
Fue entonces cuando el mandatario, decidió recurrir a la «hermana mayor» como le llamaba: La Unión Soviética a quien pidió una línea de crédito de alrededor de 100 millones de dólares de la época. Esta maniobra claramente, tenía dos propósitos: uno era establecer una relación mas cercana los soviéticos y mas alejada de Cuba, pero a la vez no depender de la «capitalista banca internacional» y sus altos intereses (como si realmente lo hubieran querido prestar plata). Los soviéticos accedieron, sin embargo, con el tiempo se dieron cuenta que Allende era un «caso perdido». Despues de infructuosas negociaciones, estas no llegaron a buen puerto y ya en 1973, se dirigen a la China Maoísta (entre los radicalizados, habían varios admiradores de Mao), dando una conversación que dejó helado a Clodomiro Almeyda y que pueden leer aquí.
Allende se empieza a quedar solo.
La situación ya a enero del 1973 no daba para más, pero peor aun era que los países padres de la ideología que el seguía con tanto ahínco, lo empezaron a descartar. Por otro lado, Fidel tampoco estaba muy contento con lo realizado por el mandatario chileno. Pero lo peor era lo que ocurría dentro del país: las largas colas para productos básicos, la implementación de la famosa tarjeta JAP y la cada vez mayor cantidad de enfrentamientos entre opositores y los subversivos, mas la delicada situación financiera, estaban dejando solo al presidente, especialmente porque los mas jacobinos querían por todos los medios, conquistar el poder total. Allende cedió a esas presiones, porque en el fondo, también deseaba que la revolución tantas veces añorada, fuera un éxito.
Obviamente, esto implicaría saltarse la democracia y la constitución misma y es lo que empezó a pasar: se enfrentó a la Corte Suprema a la que acusaba de hacer «justicia de clases», esto adornado con el indulto de un grupo de terroristas a quienes tildaba de «jóvenes soñadores» (¿les suena conocido?), uno de los cuáles, estaría involucrado en el asesinato del ex Vicepresidente de la Nación, Edmundo Pérez Zujovic, y solo empezando el gobierno. Con el Congreso y Contraloría, también tendría enfrentamientos, pero lo peor, era que entre los más moderados de su coalición, empezarían a dejarlo solo. Si, porque el quiebre institucional ya era evidente y tampoco habían logrado adoctrinar a un actor clave: las FFAA.
Ante esto último y sin tener gente que pudiera hacer de puente, fue que nombró a varios militares, entre ellos, el General Prats, como ministros. En los diálogos que tuvo Almeyda en China con Zu Enlai, premier de dicho país, estaba el cuestionamiento de este último sobre si al menos, las FFAA estaban de su lado, cosa que el canciller no pudo afirmar ni descartar. Obviamente al ver la ambigüedad de las respuestas, China también se apartaría del sueño de la UP. Total, Chile no era un peón valioso dentro del tablero.
Ante esta situación, ya no había apoyo real y claramente el gobierno estaba prácticamente al borde del precipicio, todo esto sumando la declaración del Congreso que declaraba inconstitucional al régimen. Esto obviamente, haría que la intentona de tomar el poder total, se empezara a acelerar más, que era lo que mas se le criticaba. Eso llevó a enfrentamientos entre civiles y los subversivos. Salieron frases Alfredo Joignant Muñoz, entonces director de la PDI y antes Intendente de Santiago («Con 30 mil militares de degüello, quemamos el barrio alto«). El paro de camioneros afectó la demanda de productos de primera necesidad aun más -de ahí que les tengan mala en la izquierda-. Ataques ahora a pequeños agricultores y pequeños negocios, eran pan de cada día, lo que aumentaba aun mas la proliferación del mercado negro, etc. Vamos, las condiciones estaban servidas. Y el resto es historia.
¿Qué es lo que queda por hacer?
A 50 años de esto, solo queda claro una cosa para mí y se que para muchos. Y esto es, que el golpe de estado fue la consecuencia y no la causa. Se que a muchos, especialmente amigos de izquierda, esto les molestará, pero ni ahí. Una mentira no dura 100 años, y no puedes engañar a todos al mismo tiempo. Hoy existe mas acceso a la información que hace 30 años, donde podían vender la pomada de víctimas. No descarto que las hubieron en el régimen militar pero tampoco eran del todo inocentes. Eso lo sabe cualquiera.
Pero mas allá de eso. Así como el «nunca más» que veo desde hace daños, y las exigencias de perdón hacia el sector que dio el golpe, tambien me gustaría ver un gesto de lo mismo de quienes llevaron a Chile a esto. Si, a uds les hablo comunistas y socialistas. Sus partidos fueron parte del gobierno de Allende y por acción u omisión, fueron cómplices y autores de la debacle. Y durante estos 50 años, nunca he leído o escuchado un mea culpa, especialmente de sus jerarcas que apenas pudieron, se escaparon dejando a los ciudadanos que creyeron y «lucharon» por Uds. y su sueño marxista, terminaran siendo las víctimas, que bien les vinieron para seguir profitando de la política.
Hoy día, con este Not-Gov que nos está gobernando, la gente se ha hecho una idea de lo que fue el gobierno de Salvador Allende: populista y soñador, pero que no llegó a buen puerto por varias razones.
La primera de ellas, es el hecho de querer jugar a favor de uno de los bandos de la guerra fría, como fue la apuesta por la URSS. Obviamente exacerbado por los éxitos de la Revolución Cubana y lo que era la figura de Fidel entre los jóvenes de los 60. El problema es que tanto la URSS, como China y la misma Cuba, le bajaron el pulgar dejándolo solo. De ahí que la KGB, no hiciera mas que unos informes y no trabajo de campo para Allende, como si lo hizo la CIA, para los opositores.
La segunda es que no se puede hacer algo sin sacrificar nada. Un real político, cosa que no era Allende, sabe que debe en algún momento: ensuciarse las manos. Si bien Allende buscaba instaurar un régimen marxista y «popular» trataba de omitir el enfrentamiento armado, cosa que sus aliados no hicieron. El Mir y el VOP, por citar ejemplos, estaban en la idea de matar opositores para afianzar la revolución. Todo esto no es invento. Es cosa de mirar los enlaces que hay en este artículo.
Y precisamente, lo mencionado en el párrafo anterior, fue lo que lo impidió: la idiosincracia cultural chilena: desconfiado, gris y que si le tocas la oreja, se va a enojar. El chileno es indómito, por historia y propia naturaleza. La única opción que tenían para afianzar la revolución marxista, era sin duda, la guerra civil, donde para ganar, debían estar armados y los opositores no, además de contar con las fuerzas armadas. Pero ni eso lograron, debido a la doctrina de éstas. Pero aun sin intervención militar, la masacre civil estaba servida. Y eso no sería popular para Allende.
Para terminar, esto es una opinión que tenía pendiente. Muy personal pero mirado desde la óptica racional que es como se debe ver la historia: por los hechos. La biblioteca nacional tiene mucha documentación, sobre esa fase que el PC y el PS, prefieren omitir. Pero la verdad siempre sale a la luz y quien hubiera pensado que serían los mismos nietos burgueses de los soñadores y derrotados del 73, los que terminarían dándola a conocer.
La historia no se repite, pero ¡chitas que rima!.
Desde la otra vereda 
Muy bonito el relato, gracias
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