[Libro recomendado] La túnica sagrada.

El género sacro, del que profitó Hollywood durante gran parte del Siglo XX, es quizás uno de los más explotados, no solo en el cine y TV, si no en la literatura. Muchos de estos, fueron llevados a la gran pantalla, con mayor o menor éxito, dentro de lo que también conocemos como Péplum, o «cine de romanos». Un género que en los años 40, empezó como cine B, hasta las grandes superproducciones de la época dorada del cine. Y en muchas de estas cintas, está presente la figura de Jesús de Nazareth, algo de lo que ya hablé en un post de hace tiempo. Ahora trataré de un libro que me impresionó, aun cuando la peli la vi antes, en esos días de Semana Santa de los 90.

Argumento.

Escrito por Lloyd C. Douglas, y publicado en el año 1942, la historia trata del tribuno Marcelo Galio, quien junto a su esclavo de origen griego, quien también es su amigo y confidente, Demetrio, se ven obligados a viajar a las inhóspitas tierras de la provincia mas problemática del Imperio Romano: Siria-Palestina (Nota: no voy a hacer referencia al nombre. Solo diré que no tiene nada que ver con el mundo árabe, si no con los filisteos), específicamente, a asumir el mando del Fuerte de Minoa, donde la disciplina característica de las legiones, no existía, desde la partida del último oficial al mando y que desde entonces, era comandada por el centurión Paulo, quien no ve con buenos ojos la llegada de un tribuno que ha vivido toda su vida en la Ciudad Eterna, disfrutando de sus mieles, como hijo del senador Galio.

Los roces entre el centurión y Marcelo, comienzan nada más llegar, siendo Demetrio, su guardián en caso de que intentaran atentar con su vida. Después de un duelo a muerte con espadas, el tribuno le perdona la vida a Paulo y este se vuelve su subordinado, pero a la vez un compañero leal e incluso, su soporte filosófico. La disciplina es restaurada y poco tiempo después, con una comitiva, debe dirigirse a Jerusalén, a petición del prefecto Poncio Pilatos, quien requiere su presencia en las festividades de Pascua, para reforzar la seguridad. Aquí es donde Demetrio, se topa con Jesús, nada más llegar a la Ciudad Santa, ya que coincide con el Domingo de Ramos, sin saber que su amo y amigo, tendrá la difícil tarea de supervisar, 5 días después, la crucifixión, donde entraría en el juego de suertes, que le concedería la túnica del condenado y que cambiaría la vida de ambos.

La novela trata de un viaje espiritual, donde un patricio romano, encontrándose esclavo de un destino inesperado, empieza debido a su contacto con el Nazareno y su vestimenta, a experimentar un trauma que lo llevaría a su conversión de fe, no solo por el evento de la crucifixión, si no el contacto con la naciente doctrina cristiana, que incluso lo lleva a enfrentarse al mismo poder romano de la época.

Comentarios.

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La escena de cuando Marcelo se coloca la túnica, en el libro.

Como toda novela basada en historias bíblicas, su relato se centra en lo que llamamos conversión, donde la presencia de Jesús, impacta en el espíritu de un hombre, ajeno a la tradición judía. Es como la versión más larga del relato de Juan, donde un centurión romano pide ayuda a Jesús, para sanar a un siervo, acto que lo lleva a abrazar la fe.

El personaje de Marcelo, sin embargo, ignora el hecho del ministerio de Jesús, ya que toda su vida, estaba centrada en Roma. Era un oficial de las legiones, pero nunca había estado siquiera en una campaña militar. El impacto inicial, al ser enviado a las lejanas tierras de Israel, donde solo iban los «castigados», lo obligan a tomar la disciplina como modus vivendi, además de tener ojos en la espalda, ante cualquier conspiración. Su contacto con la túnica, ocurrida en una fiesta posterior ese mismo Viernes Santo, primero lo hacen tener delirios, y sentir culpa de ser quien estuviera a cargo de la ejecución.

Por otra parte, Demetrio, aquí no es presentado como en la película. En primer lugar, llevaba años al servicio de la familia Galio y era el asistente personal y amigo-confidente de Marcelo. Si bien tuvo contacto con Jesús nada más llegar, vio de lejos los acontecimientos del juicio y crucifixión y nunca abandona al tribuno, teniendo la oportunidad de hacerlo, acompañándolo a su audiencia en Capri, con el emperador Tiberio.

El libro esta escrito de una manera en que cada capítulo, intercala experiencias tanto de Marcelo, como de Demetrio, de forma separada, salvo en los que interactúan. Esto con el fin de ilustrar las diferencias obvias entre un importante miembro de la sociedad romana y la vida de esclavo, pero sin perder el hilo del relato y lo que los une. En ambos, la conversión se manifiesta de manera parecida, aunque en Demetrio esto tarda un poco más, a diferencia de la película.

Diferencias entre la novela y la película.

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La adaptación cinematográfica del año 1953, dirigida por Hnery Koster y la primera en Technicolor, cambia muchos aspectos claves de la novela, pero sin dejar de lado el argumento principal

La adaptación al cine de esta obra, tuvo grandes diferencias con respecto a la novela. Tal como se menciona más arriba. Tanto Marcelo y Demetrio, tenían una relación de amo-esclavo pero a la vez de amistad y confidencia, desde antes de los hechos relatados. Partiendo porque Demetrio fue comprado por el senador y no por Marcelo. Y la razón de su castigo, fue que en medio de una fiesta, el tribuno se burló de Calígula, entonces regente de Roma, ya que su tío Tiberio ya vivía autoexiliado en Capri, por lo que ordena que sea enviado a Israel, lo que equivalía al exilio.

Otro personaje clave que tiene un cambio enorme es el centurión Paulo. En la película se le muestra engreído y burlón, no solo hacia Marcelo, si no a los mismos hebreos, riéndose de la historia del Mesías, además que su duelo se da muy avanzada la cinta. En el libro en cambio, se convierte en un subalterno leal, entendiendo que a pesar de que el tribuno nunca debió haber visto siquiera una batalla, tenía el valor suficiente para encarar a tropas indisciplinadas y conspiradoras y tomarlas bajo su mando.

Pero lo que mas llama la atención, es el trato entre ambos. Cuando hacen la travesía a Jerusalén, ambos hablan de las deidades romanas y el por qué Paulo dejó de tener fe, dando pie que un dios que el seguiría, fuera alguien que no tuviera los límites obvios de un hombre, si no superior, especialmente en benevolencia. Y lejos de lo que parece, tiene cierta admiración a la fe judaica, precisamente por esos detalles, aunque haciendo énfasis en el cinismo de la clase pudiente judía.

Su amistad y lealtad son tan firmes que intenta de todos los modos posibles, que el legado romano, no tenga que ejecutar la mas terrible forma de ejecución de esos años, al menos, no en sus cinco sentidos.  Aun así, no se convierte como Marcelo, pero cuando este regresa buscando la túnica junto con Demetrio, les asiste desde su nueva posición de legado al mando de Minoa.

Sobre el hecho que desencadena la locura del tribuno, en la película se muestra que por la lluvia que se había desencadenado, pide a Demetrio que le cubra con el manto del Nazareno, el cual parece poseerlo. En cambio en la novela, el procurador y otros oficiales, le piden que vista la túnica en plena fiesta, lo que lo hace desfallecer y lo confunde mentalmente. Esto hace que Demetrio, decida permanecer a su lado, cosa que no se ve en la cinta.

La novela además, profundiza el proceso de conversión de Marcelo y Demetrio, ya que relata los viajes que realizan junto a otros miembros del movimiento, en la propagación de la Palabra. Esto no lejos de conflictos internos, debido a su condición de gentil y lo que le podría acarrear, sabiendo que ahora su enemigo jurado, Calígula, no solo buscaba casarse con Diana, el amor del tribuno, si no que aumentó su delirio al asumir el trono del imperio. El tema del viaje y la conversión es prácticamente una escena en la película y claro, por tiempo y costos era difícil de filmar, pero es precisamente esta parte, lo que da vigor a la nueva fe abrazada por el romano y su amigo griego.

Palabras finales.

Puedes ser creyente o no, tener la fe que tu quieras o simplemente no tenerla, pero esta novela, si bien trata de un viaje de descubrimiento y conversión, especialmente escrita en plena Segunda Guerra Mundial y en épocas en que la fe cristiana, con todo y problemas que ya arrastraba, servían aun como brújula moral para Occidente. También es un entendimiento de lo medular de dicha fe, que está en la compasión, siendo esta, reflejada en el martirizado del Gólgota, lo que cambia la perspectiva de vida de alguien que puede tenerlo todo y al día siguiente, no tener nada.

Un libro que recomiendo para cualquiera que quiera entender uno de los pilares fundamentales de la cultura occidental, guste a quien le guste. Pero fuera de eso, disfrutarán de una buena novela, que al menos, no los dejará indiferente.

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