
Desde que las redes sociales se masificaron (por allá en 2007) toda persona, independiente de su condición o bien, de su entendimiento del funcionamiento de Internet ha podido comunicarse de forma mas rápida y fácil con otros, hacer amistades, compartir ideas etc. Una herramienta maravillosa pero que tiene muchos contrapuntos, en especial por el nulo filtro de la información que se maneja, algo que ya he hablado aquí más de una vez; se ha vuelto un circo de virales que no aportan nada, «noticias falsas» que muchos toman por cierto y las opiniones mas disparatadas que una persona con sentido común y algo de cordura, va a encontrar. Algunas muy risibles pero otras preocupantes. Ya lo decía Humberto Eco en alguna ocasión:
Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban solo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas». La Stampa.