Abajismo.

Hay de todo en la fauna humana nacional. En la calle o en las redes sociales, suelo encontrarme con gente que tiene muchas formas de pensar. Nada del otro mundo, aunque últimamente me he topado con algunos especímenes extraños. Gente de buen pasar que, suele versear sobre el orgullo de ser «pobre» aunque nunca lo hayan sido realmente. Estos son los abajistas y aquí voy a dar mis observaciones de ellos.

En términos generales, podemos decir que el abajismo es el gemelo antagonista del arribismo. Todos conocen como son los individuos que suscriben al segundo término: intentan escalar posiciones sociales, se enorgullecen de cierto «linaje», tratando de separarse del resto de los mortales por no considerarlos dignos. «Roto ordinario» suele ser su insulto común. El abajismo en cambio es al revés en quizás muy poco. No se trata de sentir orgulloso de donde viene; la mayoría de los que conozco no han tenido mal pasar en su vida ni vienen de un campamento o han vivido de allegados. Suelen ser gente de buen pasar pero que versean del orgullo del «pueblo». Para ellos el «pobre» es una persona respetable. Suele suscribir a movimientos por la «dignidad» de los mas desposeídos, entre los que incluimos, animalitos domésticos abandonados, pueblos autóctonos de alguna región de América en fin. Todo bien en el papel; es loable luchar por la dignidad de otros como muchos lo hacen, salvo por una cuestión y es el sentimiento interno que suelen tener que no es otro que sentirse superiores «moralmente» al resto. Vamos como el arribismo, aunque de forma distinta. En vez de decir «pertenezco a tal alcurnia» suelen decir «yo defiendo al desposeído y tu no». La forma cambia pero el objetivo es el mismo.

Los abajistas suelen participar en actividades muy «de rotos» como diría su gemelo. Las fondas, las cumbres guachacas y todo lo que sea entretenimiento de gente de clase media baja, mejor si tiene ese toque folclórico que nos caracteriza, salvo el rodeo (por eso del maltrato animal). Critican al que tiene mas, al que tiene un cargo alto, no importa como llegó ahí. Todos son ladrones. Vamos como el resentido social común y silvestre salvo que el «abajista» generalmente es de la misma condición social que suele denostar. Algo que es contradictorio si no fuera por esa manía de la ya mencionada superioridad moral. A diferencia del arribista que trata de ser superior materialmente, el abajista lo intenta moralmente.

La mayor parte de los que conozco de esta tendencia son por lo general estudiantes de universidades estatales, además de suscribir a colectivos (no necesariamente partidos) de izquierda con tendencia anárquica. Muchas veces no entienden e insultan a quien piensa de manera individual o bien cuestiona sus «ideales», no comprendiendo por ejemplo a quien SI entro a la U por merecimiento viniendo de un barrio pobre. Ellos han visto la pobreza solo por TV mientras se gastan sus mesadas en esos carretes donde se habla de los males del mundo escuchando a cualquier grupo que cante sobre los mismos temas. Algunas veces hacen trabajo comunitario, pero no se mezclan mucho con quienes ayudan. Otros adscriben al famoso «mito del buen salvaje», ese que dice que no hay ningun indígena o salvaje que sea malo, claramente ignorando que pueden ser realmente crueles. Les gustaría a muchos de ellos, ver a los mapuches vivir como lo hacían antes (aunque estos no lo quisieran) pero NUNCA harían el intento de vivir de esa manera.

Siendo sincero, no encuentro aberrante a alguien así como tampoco al que sigue una tendencia contraria. Solo pienso que están desorientados y algo desinformados. Comprendo que muchas cosas los inquieten y los indignen, muchas de las cuales comparto. Lo que no entiendo es esa manía de «idealizar» sus tendencias. De ver las cosas con fanatismo tal y como lo suelen hacer los creyentes o hinchas del fútbol. Tampoco quiere decir que muchos abajistas suelan ser gente de C2 hacia arriba. Muchos son de distintas clases sociales que quizás no tuvieron la suerte ni la capacidad (me inclino mas por lo segundo) de lograr sus metas propuestas (en algunos casos convertirse en gerentes) y despotrican contra los que si lo lograron, independiente del como. Podemos notarlo en las redes sociales, donde no suele haber filtro alguno. Esto también se convierte en un negocio redondo para políticos, artistas y medios en general que se visten con la bandera del «pueblo», término que suenen manosear hasta el hartazgo distorsionando su significado. Con medios me refiero también a las redes sociales ¿De dónde creen que sacan las tendencias y a donde dirigir la publicidad? Obviamente a los temas que suelen comentarse en twitter, facebook y demases. Incluído los llamados alternativos, quienes no solo no informan bien (aunque lo traten de hacer de buena fe) si no que no pasan el filtro de la investigación seria. Un medio de información que pretende ser serio no debería basarse en supuestos ni en opiniones, pero eso ya es otra historia.

Para finalizar, si te quieres sentir bien contigo mismo, no tiene para que caer en este tipo de tendencias. Un gesto amable y de respeto hacia el otro son buenas herramientas para empezar a empatizar. Informarse no es pescar solo lo que se acomode a tus prejuicios o ideologías, si no contrastar de todas las fuentes y hacer una crítica a lo que esta bien o mal de tu ideal. Un ejercicio de autoconocimiento y de entender al otro antes de juzgar nos vendría bien. Algo que escasea en nuestra idiosincrasia. Y se nota mucho en las «capitalistas» redes sociales. Pero eso ya va en otra entrada.

Hasta otra y no se queden con lo que el relativismo cultural trata de decirles ya que eso no es tal. Cultura distinta no justifica aberraciones al ser humano.